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La BVS y la democratización
del conocimiento y de la información en salud
Alberto Pellegrini Filho
Es para mi un motivo de gran satisfacción
el poder estar nuevamente junto con ustedes despues de un año
y medio desde nuestro último encuentro en Costa Rica. La
satisfacción es todavía mayor porque tendremos la
oportunidad de discutir lo que logramos hacer para implantar nuestro
proyecto común, la Biblioteca Virtual en Salud. Voy tratar
en esta presentación de discutir con ustedes como veo la
contribución de la BVS para la democratización del
conocimiento y de la información en salud y presentarles
la propuesta de un proyecto que busca sacar ventaja de este potencial
de la BVS.
Creo que vale la pena en primer lugar conceptualizar
lo que entendemos por democratización del conocimiento y
la información. En una concepción más estricta
y bastante difundida, se entendería la democratización
del conocimiento simplemente como la transferencia o diseminación
del conocimiento científico al público lego. Este
no es el concepto que adoptaremos en esta charla, ya que pensamos
que democratización no es simplemente el ampliar el acceso
o el numero de receptores de un dado mensaje, ni tampoco consideramos
el conocimiento científico como la única forma de
conocimiento sobre la naturaleza y la sociedad.
La democracia no es solamente un conjunto
de reglas que permiten la libre y pacífica convivencia entre
los individuos en una sociedad, sino también y principalmente
la forma de gobierno que mejor que cualquier otra permite el pleno
desarrollo de la persona humana. Desafortunadamente todavía
son muchas y de distintas naturalezas las amenazas que enfrentan
nuestras sociedades al ejercicio de la democracia en su plenitud.
Para Bobbio, en la democracia todos son igualmente
libres, pero esta igualdad requiere el pleno ejercicio de los derechos
sociales, particularmente los esenciales como educación,
salud y trabajo, que son los que hacen posible el ejercicio de los
derechos de libertad. Todos sabemos que en nuestra Región
son muchos y cada vez más numerosos los individuos y grupos
que no gozan de estos derechos, lo que les impide que participen
plenamente de la vida democrática.
Pero hay también otros tipos de amenazas.
Para Lasch uno de los grandes problemas que actualmente amenazan
la propia esencia de la democracia es la exclusión del ciudadano
común del debate público. Cada vez mas lo único
que cuenta es la opinión de los expertos, pues no se espera
que la gente ordinaria sepa de algo, ya que no se reconoce ningún
valor al conocimiento basado en vivencias y experiencias. Prevalece
la idea de que el poder de las elites dirigentes deriva de su conocimiento
e inteligencia superiores, instalándose el primado de la
meritocracia y esterilizándose el debate público.
Esto es particularmente preocupante, pues la
democracia se nutre de un vigoroso intercambio de ideas y opiniones
y para que ese intercambio ocurra es necesario recuperar y desarrollar
espacios públicos donde los ciudadanos se encuentren como
iguales. Las nuevas tecnologías de comunicación abren
nuevas oportunidades para la creación de estos espacios.
Levy considera que estas tecnologías, particularmente la
Internet abren la posibilidad de creación de lo que él
llama de "espacio del conocimiento" donde todos pueden
participar. El otro que encontramos en este espacio no es alguien
que ahí está por su profesión o status social,
sino porque es portador de un conjunto de conocimientos construidos
a lo largo de sus vivencias. En el espacio del conocimiento no hay
separación de territorios controlados autoritaria o burocráticamente
como todavía ocurre en algunas instituciones, aun mismo en
las universidades, lo que ahoga la creatividad, la innovación
y acaba por impedir que la inteligencia florezca y se difunda.
La creación del espacio del conocimiento
representa un nuevo humanismo basado en el principio de que nadie
sabe todo y cualquiera sabe algo. Levy llega a sugerir que esta
posibilidad de construir un pensamiento colectivo permite la transformación
de la idea singular del cogito cartesiano "yo pienso"
para el plural cogitamus, o "nosotros pensamos".
Todo esto tiene profundas implicaciones para
la construcción de una verdadera democracia, pues permite
la creación de lo que Levy llama de una especie de "ágora
virtual", integrado en la comunidad, que facilita un esfuerzo
colectivo para análisis de problemas, toma de decisiones
y evaluación de políticas e intervenciones. Más
allá de la democracia formal, representativa, donde la participación
en la vida política por lo general se limita a un efecto
de masa que agrega peso a un partido o una persona, este nuevo espacio
democrático permite una participación más cualitativa
donde todos pueden plantear cuestiones y formular propuestas para
la resolución de problemas comunes.
El papel del "ágora virtual"
no es tomar decisiones a nombre del pueblo, sino producir un mecanismo
de participación colectiva que contribuye de manera significativa
para el fortalecimiento de la sociedad civil o, para utilizar un
concepto más reciente, el fortalecimiento del capital social.
Según Kawachi, el capital social es el conjunto de elementos
de organización social como participación cívica,
normas de reciprocidad y confianza en los demás, elementos
estos que facilitan la cooperación para beneficio mutuo.
Al contrario del capital físico o humano que son bienes privados,
el capital social es un bien público, creado por las relaciones
sociales. La disminución de los niveles de cohesión
social determinados particularmente por la creciente brecha entre
ricos y pobres viene conllevando a una degradación del capital
social y este puede ser uno de los caminos por los cuales el aumento
de la desigualdad de renta afecta a los niveles de morbi-mortalidad.
Aunque lo que entendemos por democratización del conocimiento,
como estamos viendo, vaya más allá de la diseminación
del conocimiento científico, no descartamos evidentemente
esta dimensión. Como sabemos, lo que caracteriza el conocimiento
científico es el proceso sistemático de su producción,
la investigación científica, que Almeida Filho describe
como comprendiendo varias fases, empezando por la observación,
que es transformada en datos, posteriormente procesados para producir
información, la cual finalmente emerge de ese proceso productivo
peculiar como conocimiento científico. La transformación
de la información en conocimiento científico se hace
a través de procesos de síntesis y de articulación
en algún marco de referencia conceptual, lo cual permite
liberar la información de los objetos inmediatos a los cuales
estaba referida y situarla en un contexto más general, que
es lo que nos va permitir comprender otros contextos y nuevas situaciones.
Para el estudio de fenómenos complejos
la ciencia ha recorrido al aislamiento y a la reducción de
estos fenómenos a sus elementos más simples. A través
del aislamiento promueve la separación de los objetos entre
sí, de su ambiente y del observador y en este mismo movimiento
aísla las disciplinas las unas de las otras y, según
Morin, aísla la propia ciencia de la sociedad. Por otro lado,
a través del reduccionismo la ciencia busca identificar en
lo que es diverso y múltiplo aquello que es elemental y cuantificable
pero en ese proceso, como nos advierte el mismo Morin, "acaba
por reconocer como realidad no a las totalidades, sino a los elementos,
no a las calidades, sino a las medidas y no a los seres y entes,
sino a los enunciados formalizables".
Hay que reconocer que la simplificación
de los fenómenos complejos, a través del reduccionismo
y los modelos analíticos matemáticos se transformaron
en los más poderosos instrumentos de la ciencia moderna,
pero han también generado las inconveniencias de la super-especialización,
del enclausuramiento o fragmentación del saber.
Para Wilson el gran desafío que hoy
enfrentan todas las ramas de la ciencia es superar esta fragmentación
del conocimiento, que no refleja el mundo real, y promover la reconstrucción
de las partes constituyentes de los sistemas complejos. De hecho,
la búsqueda de soluciones a los problemas que nos preocupan
y que amenazan el desarrollo sostenible, como son la violencia,
la inequidad, la pobreza, el deterioro del ambiente y tantos otros,
obliga a la integración del conocimiento producido por las
ciencias naturales con las sociales y más aun, con las humanidades.
Para Morin hay que introducir la cultura humanista
en la cultura científica y la cultura científica en
la cultura humanística para establecer un dialogo que modifique
ambas. Para él la cultura es la reunión de lo que
está separado, es la comunicación entre lo que está
disperso en compartimentos herméticos. "Ser culto no
es permanecer encerrado en la especialización, ni tampoco
satisfacerse con ideas genéricas no referidas a conocimientos
particulares y concretos. Ser culto es ser capaz de situar las informaciones
y los saberes en el contexto que ilustra su sentido; es ser capaz
de situarlos en la realidad global de la que forman parte, es ser
capaz de ejercer un conocimiento que alimenta los conocimientos
de las partes con los conocimientos del todo y los conocimientos
del todo con los conocimientos de las partes. Es ser capaz de anticipar,
de considerar las posibilidades, los riesgos y las oportunidades.
La cultura es en suma lo que ayuda el espíritu a contextualizar,
globalizar y anticipar".
Estamos convencidos de que el espacio del conocimiento
viabilizado por las nuevas tecnologías de comunicación,
al permitir a todos la navegación por universos de problemas
y significados, sin territorios y fronteras, permite un enorme avanzo
en este sentido. El gran desafío es crear las condiciones
para que estas tecnologías realicen este potencial. Según
el informe de un panel sobre comunicación interactiva y salud
convocado por el departamento de Health and Human Services de los
Estados Unidos, el porcentaje de domicilios con computadoras personales
en este país creció de 8% en 1984 a 45% en 1998. En
1998 más de 70 millones de adultos en USA eran usuarios activos
de Internet. Menos de un año después que Medline pasó
a ser gratuito el numero de pesquisa bibliográfica creció
10 veces y 30% de los usuarios pertenecen al publico en general.
En el prefacio de un informe del Club de Roma
denominado "La Red", se estima que los cerca de 100 millones
de usuarios actuales de la Internet serán mas de mil millones
en algún momento de la próxima década. Sin
embargo una obvia preocupación pasa por las mentes de todos
nosotros. Que pasa con los desenchufados?. Será que se estaría
creando una nueva inequidad digital que agravaría a todas
las demás?. Como dice el mismo informe del Club de Roma,
estamos frente a un nuevo medio de comunicación humana capaz
de promover un cambio en nuestras relaciones económicas y
sociales de magnitud comparable o aún superior a la aparición
de la imprenta en el siglo XV, que como sabemos, cambió la
cultura, la ciencia, el poder, las estructuras económicas
y el tejido mismo de la sociedad. Como suele ocurrir con todo cambio
de esta magnitud, estamos asistiendo a manifestaciones de confusión
e incertidumbre, así como escepticismo y resistencias por
parte de los que consideran que tienen algo a perder.
Así como pasó con la propia imprenta,
con el teléfono o con el automóvil cuando fueron inventados,
es muy difícil prever en este momento todas las implicaciones
del cambio que estamos viviendo. El acelerado ritmo de los avances
de estas tecnologías de comunicación y la rápida
y significativa disminución de los costos de servicios y
productos hacen prever que tendrán una amplia difusión,
terminando por afectar directa o indirectamente a todos, tal como
pasó con los otros grandes saltos tecnológicos que
mencionamos.
Sin embargo, aunque creemos que en breve asistiremos
a un amplio y generalizado acceso a estas tecnologías, la
preocupación por la inequidad es bastante legitima. Aun en
los Estados Unidos se observa una importante brecha. Más
de 60% de las personas en este país con grado universitario
usa la Internet, pero esta cifra es menor que el 7% para aquellos
con educación elemental o inferior. Domicilios con renta
superior a 75,000 dólares anuales tienen 9 veces mayores
probabilidades de tener una computadora y 20 veces mayores probabilidades
de tener acceso a Internet que aquellos de los estratos de renta
inferiores. Los blancos tienen mayores posibilidades de acceso a
Internet desde sus casas que los afroamericanos y los hispánicos
tienen de cualquier lugar, incluyendo el trabajo. La probabilidad
de los habitantes de las zonas urbanas de tener acceso a la Internet
es el doble en comparación con aquellos que viven en las
áreas rurales con el mismo nivel de renta.
En América Latina el uso de la Internet
está creciendo más rápidamente que en cualquier
otra parte del mundo. Entre 1995 y 1997 hubo un crecimiento de cerca
de 800% en el uso de la Internet en la Región, lo que corresponde
a casi el doble del crecimiento promedio a nivel mundial. Sin embargo,
el 90% de los latinoamericanos usuarios de la Internet proveen de
las clases alta y media-alta.
Según Eng las causas responsables por las diferencias de
acceso a la Internet son prácticamente las mismas que hacen
que algunos grupos tengan también menor acceso a la atención
de salud: costo, barreras geográficas, analfabetismo, discapacidades,
características culturales y otros factores relacionados
a la capacidad de la gente para usar servicios de manera adecuada
y efectiva. Este autor clasifica las barreras de acceso en tres
grupos: las relacionadas con la infraestructura y "hardware",
las relacionadas con el tipo de información y de "software"
y finalmente las características de los propios no-usuarios.
Para superar estas barreras sugiere una serie
de estrategias que buscan ampliar el acceso a la información
y comunicación on-line en domicilios y lugares públicos,
como son el desarrollo de programas que tengan en cuenta la diversidad
de potenciales usuarios, apoyo a la investigación sobre temas
relacionados al problema del acceso, garantía de calidad
de la información, capacitación de usuarios y de intermediarios,
entre ellos las organizaciones comunitarias no-gubernamentales,
y finalmente la integración del concepto de acceso universal
a la información como parte del proceso de planificación
en salud.
Las organizaciones internacionales de cooperación
técnica para el desarrollo poseen un enorme potencial para
cooperar en la puesta en practica de estas y otras estrategias.
De hecho, el PNUD, ha recién lanzado su site denominado Netaid
con miras a utilizar el potencial de la Internet para combatir la
pobreza en los países en desarrollo. El site se constituye
en un canal de comunicación entre, por un lado, fundaciones,
grupos de voluntarios, corporaciones e individuos interesados en
contribuir para el combate a la pobreza en los países en
desarrollo y, por otro, los habitantes de estos países que
necesitan apoyo para obtener oportunidades de educación,
encontrar mercados para sus productos, establecer contactos con
proveedores de cuidados médicos y otras necesidades. La iniciativa
busca promover el empoderamiento de los pobres a través de
la información, con base en la constatación de que
los grupos que logran buenas conexiones llevan tremendas ventajas
con relación a los pobres no conectados cuyas voces y preocupaciones
no están presentes en la conversación global. Para
promover el acceso amplio de esos grupos a la Internet el PNUD está
creando en sus oficinas y de otras agencias de Naciones Unidas,
así como en escuelas e iglesias centros de información
donde el publico local puede acceder a NetAid.
En el caso de la OPS, a lo largo de sus casi
cien anos de existencia la administración del conocimiento
viene siendo el eje principal de orientación de sus actividades.
En el pasado esta administración del conocimiento era prácticamente
sinónimo de la transmisión del conocimiento incorporado
en sus propios funcionarios y más recientemente a través
de la recolección, análisis, y distribución
de informaciones e publicaciones. La administración del conocimiento
sigue siendo el principal eje orientador de nuestras actividades,
pero para ser coherente con todo lo que venimos hablando, la administración
del conocimiento en los días de hoy debe fundamentalmente
significar la creación de ambientes y plataformas que permitan
una amplia gama de interacciones entre diversos actores para la
producción y circulación de informaciones y conocimientos
de todo tipo. Esto debe ayudar a romper con el proceso tradicional
de definición de agendas y políticas en círculos
de decisión reducidos, contribuyendo en ultima instancia
a una efectiva democratización del conocimiento y de la información.
La Biblioteca Virtual en Salud (BVS) que estamos
empeñados a construir es exactamente una plataforma de este
tipo y tendremos a lo largo de esta semana la oportunidad de conocer
los avances que estamos haciendo para realizar el enorme potencial
que ella representa.
Justamente para aprovechar este potencial de
la BVS es que estamos proponiendo un proyecto con el sugestivo nombre
de DECIDES, que quiere decir Democratizando el Conocimiento y la
Información para el Derecho a la Salud.
Este proyecto se basa en la convicción de que la conquista
del derecho a la salud depende en gran medida de la actuación
política de los miembros de una dada sociedad y que uno de
los requisitos básicos para que esta actuación sea
efectiva en la transformación de estructuras y comportamientos
es el empoderamiento de los ciudadanos a traves del acceso a la
información y conocimiento sobre los determinantes y sobre
las posibles soluciones de los problemas de salud.
DECIDES busca aprovechar los mecanismos de
cooperación existentes en el ámbito del MERCOSUR y
posee básicamente dos componentes. El primer de ellos se
refiere a la generación y fortalecimiento de redes virtuales
que tienen por objetivo profundizar y multiplicar interacciones
y colaboración entre investigadores, profesionales de salud,
ciudadanos, periodistas, políticos y otros actores, facilitando
la creación de grupos de debate y discusión, grupos
virtuales de investigación, apoyo a programas de intercambio
y capacitación, etc.
DECIDES crea las condiciones para la generación
y proliferación de diversas redes, pero se encargará
específicamente de establecer inicialmente dos de ellas.
Una a que denominamos Agenda Interactiva de Investigación
se constituye en una manera totalmente diferente de apoyar a la
formulación de políticas de C&T, a la definición
de prioridades y a la planificación y seguimiento de actividades
de investigación a través de la creación de
un espacio interactivo y de consulta en la WEB entre diferentes
actores. Se trata en suma de hacer que las políticas de C&T
sean efectivamente políticas públicas, sometidas al
debate público. La otra red busca promover y apoyar el intercambio
de investigadores en áreas relevantes para la salud pública
de la Región mediante el establecimiento de redes de cooperación
entre instituciones científicas de los países del
Mercosur.
Para el desarrollo de su segundo componente,
DECIDES seleccionará 6 ciudades de los países del
Mercosur comprometidas a poner en practica nuevos enfoques de promoción
de salud y de gestión de servicios, basados en sólidas
evidencias científicas, en amplia participación social
y en el uso intensivo de nuevas tecnologías. Estas ciudades
estarán articuladas en red, aprovechando los mecanismos ya
existentes en el Proyecto Mercociudades. Este componente incluye
organización de la información en salud en formato
adecuado para alcanzar a diferentes tipos de usuarios, capacitación
de funcionarios y miembros de la comunidad para producción
y diseminación de esta información, para la utilización
de bases de datos electrónicas documentales y numéricas
y para el dominio de modernas tecnologías de comunicación
e información. Incluye también la creación
de oportunidades de acceso y capacitación del público
en el uso de la Internet en escuelas, locales de trabajo y espacios
de convivencia.
La BVS será la plataforma de apoyo para
todas estas actividades de DECIDES y les invito a que juntemos esfuerzos
para que este proyecto amerite el nombre que tiene.
En el IV CRICS realizado en Costa Rica el Dr.
Bezanson en su conferencia nos alertaba que la experiencia de este
siglo que está por terminar nos enseña que las nuevas
tecnologías traen grandes promesas, pero también riesgos
y que no podemos seguir creyendo en la inevitabilidad del desarrollo
humano y en la eliminación de la pobreza y la miseria simplemente
a través de los adelantos en la ciencia y tecnología.
Sin embargo, aprendemos también que estos adelantos abren
enormes oportunidades si son acompañados de una gama amplia
y diversificada de innovaciones sociales.
El reto es, por lo tanto, doble: tener la capacidad
de desarrollar, interpretar y adaptar nuevos conocimientos y tecnologías
y, al mismo tiempo, crear espacios de concertación democráticos
que permitan que esta capacidad se ponga de manera equitativa, a
servicio de la mejoría de la salud de los pueblos de la región.
Levy dice que nuestra cultura nos ayuda a imaginar
lo inimaginable, la ciencia hace lo imposible volverse posible,
la tecnología convierte lo posible en factible y es la acción
lo que transforma lo factible en un hecho. Pues bien, tenemos la
imaginación, la ciencia y la tecnología a nos ayudar
a que construyamos juntos esta utopía factible de una BVS
que promueva la equidad. Osando adaptar una frase de Bernard Shaw,
yo finalizaría diciendo que si eventualmente no logramos
alcanzar lo que queremos, es preferible que sea por la pequeñez
de la realidad frente a la grandeza de nuestros sueños y
no al contrario.
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